Salud

¿Cuánto es demasiado? Efectos del sobreentrenamiento

POR:  REDACCIÓN FIT | 04 NOV. 2020| Tiempo de lectura: 5 min

Qué es el sobreentrenamiento

 

Como se deduce del nombre, sobreentrenarse significa excederse en el trabajo físico, pero también no darle a los músculos el descanso necesario para una correcta recuperación.

 

Ahora bien, ese descanso no se logra con algo tan sencillo como dejar de ir al gimnasio. Si la actividad diaria está repleta de estrés y actividades, o si no se tiene en cuenta la hidratación o la alimentación necesaria para compensar el trabajo muscular y la pérdida de líquidos, tampoco se logrará la correcta recuperación que el cuerpo necesita.

 

Señales para detectarlo

 

Aunque los síntomas de sobreentrenamiento no son los mismos en cada individuo, hay siempre un elemento común: la fatiga.

 

Cuando se está sobreentrenado, el cansancio se presenta antes de lo normal y el rendimiento disminuye considerablemente. Se percibe el entrenamiento habitual como más duro que antes, en vez de volverse más fácil, como debería, y esto puede redundar en falta de motivación para seguir ejercitándose e incluso en estados de ánimo irritables o depresivos.

 

Algo parecido sucede con el dolor muscular, que aparece con mayor intensidad y duración. Otro síntoma común es la sensación de que, durante el ejercicio, los músculos no responden adecuadamente.

 

Cambios en el apetito, sed constante, actividades cotidianas que de repente sentimos agotadoras, necesidad de permanecer en reposo durante periodos de tiempo muy largos, ganas de dormir, aunque conciliar el sueño no sea tan fácil, pueden presentarse también como síntomas y efectos del sobreentranamiento.

 

Existe, además, un indicativo al que se debe prestar especial atención porque podría entenderse como algo bueno o deseado: la pérdida de peso. Por más que sea lo que muchos buscan, perder peso por sobreenternarse no es precisamente un beneficio, pues son los músculos los que están disminuyendo y por ende, se pierde fuerza, se acumulará más grasa y el cuerpo terminará luciendo menos firme.

 

Todo ello sin contar con que se aumenta considerablemente el riesgo de lesiones y enfermedades y que, incluso, puede ser que el ritmo cardiaco en reposo aumente.

 

Entonces, ¿qué es lo correcto?

 

Aunque no exista tal cosa como lo correcto o lo indicado para todos, sí hay unas pautas mínimas a tener en cuenta:

 

  • Descansar por lo menos un día a la semana.
  • No trabajar continuamente los mismos grupos musculares.
  • Diseñar rutinas que se adapten y funcionen para tus características únicas como individuo: peso, estatura, género, experiencia.
  • Aprender a escuchar y conocer el cuerpo: el cansancio no habitual, el dolor excesivo, los mareos.

Recuerda tener en cuenta que no todos los días se come igual ni se pasa por lo mismo, por lo que nuestro cuerpo no va a responder siempre de la misma manera. Si este lo pide, es necesario parar de vez en cuando, ser riguroso a la hora de hidratarse y no saltarse ninguna comida.

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