Salud

El ejercicio sí previene el cáncer

POR:  Redacción Fit  | 01 FEB. 2019| Tiempo: 14 min

Un aspecto que motiva la formulación de acciones de control, es la posibilidad que tienen las enfermedades crónicas de ser prevenidas: se estima que cerca del 70% de las cardiopatías, los accidentes cerebro vasculares y las diabetes tipo 2, así como el 30% de los canceres son prevenibles. Según la OMS (Organización Mundial de Salud), al año hay 11 millones de casos nuevos de cáncer, cerca del 80% se presentan en países en vías de desarrollo por las condiciones de vida que éstos ofrecen, como el nuestro. (1) 

 

 

7.6 millones de muertes por cáncer cada año, particularmente fijamos la atención en el mas frecuente en las mujeres; en el ultimo año, un total de 580.000 mujeres murieron en el mundo por cáncer de mama; 2.500 de ellas en Colombia. Cada 30 segundos en alguna parte del mundo fallece una mujer por cáncer de mama, 78% de las afectadas en Colombia siguen vivas 5 años después de haber sido diagnosticadas 80% de las pacientes no tienen factores de riesgo, pero es sabido la asociación negativa del sobrepeso así como el impacto favorable del ejercicio físico. (2) 

 

 

En Colombia 32.316 casos en hombres y 38.751 en mujeres. La tasa de incidencia, es decir, la probabilidad de casos de cáncer es de 186,6 y de 196,6 por 100.000 habitantes respectivamente (3). Entre los hombres, las principales localizaciones de cáncer fueron en orden decreciente: próstata, estómago, pulmón, colon, recto y linfomas no-Hodgkin (4). En cuanto a las mujeres, los dos cánceres más usuales que son los de mama y de cuello uterino, más mortíferos y aunque el de pulmón está en tercer lugar en el caso masculino y no está muy presente en la población femenina, es uno de los que más muertes ocasiona en el mundo muriendo un paciente cada segundo por esta letal enfermedad, (4).

 

Según la OMS, 70% de las muertes ocurrieron en países de ingresos bajos o medios. Murieron 33.450 personas por cáncer en Colombia, 16.9% de las muertes nacionales en un país en conflicto; 16.381 decesos masculinos y 17.069 femeninos. De 100.000 hombres y 100.000 mujeres, 72.9% y 74.1% mueren respectivamente. Es decir, el cáncer es más común en mujeres, pero en hombres hay más mortandad

 

Socialmente hay diferencias y desigualdades en el comportamiento del cáncer, por ejemplo, el de cuello uterino afecta principalmente a las poblaciones más alejadas y pobres, así́ como a mujeres del régimen subsidiado; a su vez, casi un 50% de las defunciones por cáncer de mama corresponden a mujeres del régimen contributivo. Esto implica cargas diferenciales en los años de vida potencial perdidos entre regímenes para estos dos cánceres (5).

 

Cerca del 30% de las muertes pueden ser prevenidas modificando los factores.

 

 

¿Qué hacer con uno de los factores de riesgo mas relevantes? El sobrepeso y la inactividad física. 

 

Múltiples estudios se han realizado en pacientes con cáncer en busca de mejorar la sobrevida; el ejercicio físico se ha convertido en una opción viable tanto para mejorar la calidad, como la supervivencia. Los pacientes que lo practican desde el diagnóstico; y lo inician desde el primer día de quimioterapia, tiene mejor calidad de vida, mejor respuesta al tratamiento, menos diseminación de la enfermedad y mayor supervivencia. 

 

Por ejemplo, en cáncer de mama esta recientemente demostrado en el estudio el EBBA – II Trial un efecto positivo del ejercicio sobre la función cardiaca durante el tratamiento adyuvante en cáncer de mama temprano. Y el estudio SUCCESS C que evaluó la intervención y el efecto positivo en la sobrevida libre de enfermedad para las pacientes con cáncer de mama temprano.

 

Un metaanálisis demostró que el ejercicio posterior al diagnóstico de cáncer de mama se asoció con un riesgo 34% menor de muertes asociadas a la enfermedad, un riesgo 41% menor de mortalidad por todas las causas y un riesgo 24% menor de recurrencia de cáncer de mama. (8).

 

Teniendo en cuenta que el cáncer, se desarrolla en cualquier parte del cuerpo. Comienza cuando las células crecen descontroladamente sobrepasando a las células normales, lo cual dificulta que el cuerpo funcione de la manera que debe ser; generando lugares donde llega poco oxígeno, conocido como hipoxia, además formando nuevos vasos sanguíneos anómalos, proceso conocido como angiogénesis, el cual sirve para su nutrición y áreas muertas llamadas necrosis. Cuando estos procesos aumentan generan mecanismos de resistencia a medicamentos utilizados en quimioterapia y aumenta la capacidad para diseminarse conocido como metástasis, así mismo aumentan los síntomas asociados con la enfermedad (6).

 

El ejercicio ayuda a preservar el flujo sanguíneo en los vasos colapsados del tumor, aumentando el suministro de oxígeno y reduciendo la hipoxia; al mismo tiempo secreta sustancias conocidas como mioquinas y oxido nítrico, (7) en la circulación periférica, que llevan a la reducción de la angiogénesis.

 

Este fenotipo también puede reclutar factores inhibidores de tumores, lo que lleva a que sea menos agresivo, disminuyendo la invasión y la capacidad de generar metastasis.

 

Durante el tratamiento, el ejercicio físico mitiga los efectos secundarios de la medicación y la enfermedad como tal, así como también ayuda a aliviar el dolor. El ejercicio aeróbico, ha demostrado ser útil para contrarrestar la fatiga extrema, mientras que el ejercicio de fuerza ayuda a evitar la pérdida de masa muscular, que es directamente proporcional a la capacidad del paciente para tolerar la quimioterapia, aumentando su supervivencia.(8)

 

La OMS recomienda como mínimo la práctica de 150 minutos de actividad física a la semana para empezar a sentir sus efectos (9), el ejercicio físico ha demostrado ser clave en la prevención de distintas enfermedades, y el cáncer no es la excepción, el impacto es tal que se ha evidenciado una reducción en el riesgo de desarrollar hasta 13 tipos de cáncer, entre los que se encuentran el de pulmón, estómago, colorrectal, vejiga y el de mama que es el más común entre las mujeres. (9) El ejercicio físico minimiza la incidencia de la tríada tóxica del cáncer: obesidad, baja condición física e inactividad, relevantes como factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad. (9).

 

El ejercicio aeróbico es de carácter continuo y prolongado, dentro del cual encontramos actividades con o sin impacto, determinadas por el nivel de control que se tiene, por ejemplo, actividades con impacto se realizan en ambientes poco controlados, tales como correr o trotar al aire libre, montar bicicleta al aire libre, coreografías o bailes; mientras que actividades sin impacto se realizan en ambientes controlados, tales como bicicleta estática, cinta caminadora, natación, elíptica. Dentro del ejercicio de fuerza encontramos dos grandes grupos, autocarga donde usamos nuestro propio peso corporal y carga externa, donde usamos elementos como bandas y tubos elásticos, pesas, etc.

 

Es de connotar que este tipo de ejercicio físico oncológico en pacientes con quimioterapia debe ser realizado por personal entrenado para tal fin, bajo la supervisión dentro de un grupo multidisciplinario de trabajo, Deportólogo, rehabilitador físico y nutrición, entre otros, se debe conocer muy bien la historia clínica, tipo de tumor, estado de la enfermedad, tratamiento recibido, efectos secundarios de las medicaciones usadas, y en caso de enfermedad metastásica , tipo de las mismas y su estado funcional particularizando la atención en la enfermedad ósea (10).

 

Al día de hoy el cáncer debe ser visto como una enfermedad crónica y en esa vía están encaminados todos los tratamientos, de hecho, una enfermedad metastásica; es decir cuando el cáncer está en otros órganos diferentes al del origen, tiende a ser vista como una condición crónica y no como una inminencia de muerte.

 

De tal forma en este día internacional del cáncer, estamos llamados a crear conciencia y educación reduciendo la prevalencia de factores de riesgo modificables. Y nuestro sistema de salud deberá reducir las muertes evitables por cáncer mediante el mejoramiento de la detección temprana y la calidad de la atención, con el objeto de mejorar la calidad de vida de los pacientes y sobrevivientes de esta enfermedad; que cada día aumenta su prevalencia sin importar condiciones sociales, o cualquier tipo de creencias, donde cada persona es un mundo a la hora de la afección de la enfermedad y sus consecuencias. No todos los cuerpos responden de la misma manera, la enfermedad no te puede sentir débil. El cáncer no entiende de pausas va por ti, no hay que ceder ni en el peor de los momentos, vivir activo, hacer ejercicio físico y tener actitud positiva de la mano de un buen grupo de especialistas sería la clave mediática del éxito; actitud siempre, actitud es nuestra invitación personal.

 

Autores: Javier Orlando Pacheco G.  Medicina Interna. Hemato Oncología. jpachecog40@gmail.com . IG: jpachecog40

 

Francisco Andrés Puerto. Profesional en cultura física con énfasis en salud.

 

andrespersonalfit@gmail.com . IG: andress_puerto

 

Diana Carolina Coral.  Residente segundo año de Medicina Interna

 

Dianacarolina_c@hotmail.com . IG: Diana0112

 

Referencias bibliográficas

 

(1)   Organización Mundial de la Salud. Prevención de las enfermedades crónicas: una inversión vital. Ginebra: OMS; 2005.

 

(2)   Breast Cancer Research Foundation. Organización mundial de la salud y liga Colombiana contra el cáncer.

 

(3)   PiñerosM,CendalesR,MurilloR,WiesnerC,TovarS.Coberturadelacitologíade cuello uterino y factores relacionados. Colombia 2005. Rev. Salud Pública 2007; 9 (3):327-341.

 

(4)   Piñeros M, Pardo C, Gamboa O, Hernández G. Atlas de mortalidad por cáncer en Colombia. Instituto Nacional de Cancerología, Instituto Geográfico Agustín Codazzi. Bogotá: Imprenta Nacional; 2010.

 

(5)   Murillo R, Díaz S, Sánchez O, Perry F, Piñeros M, Poveda C, et al. Pilot Implementation of Breast Cancer Early Detection Programs in Colombia. Breast Care 2008;3:29-32.

 

(6)   Lee J. Et al. therapeutic Properties of aerobic training after a Cancer diagnosis: Morethan a one-trick Pony?. JNCI 2014 (106).

 

(7)   Jones LW, Alfano CM. Exercise-oncology research: past, present, and future. Acta Oncol. 2013;52(2):195–215

 

(8)   Ballard-Barbash R, Friedenreich CM, Courneya KS, et al. Physical activity, biomarkers, and disease outcomes in cancer survivors: a systematic review. J Natl Cancer Inst. 2012;104(11):815–840.

 

(9)   https://www.who.int/dietphysicalactivity/factsheet_recommendations/es/. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cancer. Departamento de salud y servicios humanos de EEUU, instituto nacional de cáncer, institutos nacionales de la salud  https://www.cancer.gov/espanol/noticias/comunicados-de-prensa/2016/mayor-actividad-fisica-asociada

 

(10)   european journal of human movement https://recyt.fecyt.es/index.php/ejhm/article/view/56440/34433

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