Nutrición

12 sucias y 15 limpias

Cuidate de lo que comes

Redacción fit | Tiempo de lectura 8 min

Los alimentos que están llegando a nuestra mesa no son necesariamente los mismos, ni en las mismas condiciones, de hace unas décadas. ¿Cómo tomar decisiones informadas en el momento de elegir productos esenciales como las frutas y las verduras?

 

 

Cada vez más la industria modifica, altera y contamina las frutas y verduras para que crezcan más rápido y sean más grandes y más resistentes a las plagas. Y es un hecho que el uso de organismos genéticamente modificados y de fertilizantes sintéticos y herbicidas está afectando nuestra salud y destruyendo el medioambiente.

 

 

¿Orgánico? Este tipo de alimentos tiene una mayor concentración de nutrientes y antioxidantes y un contenido mucho menor de metales pesados. Los agricultores orgánicos utilizan técnicas para controlar las plagas y mantener la calidad y la integridad del suelo mediante la rotación, la asociación de cultivos y el uso del estiércol de animales, en lugar de fertilizantes sintéticos. Esta, la llamada agricultura limpia, permite una buena nutrición del suelo favoreciendo la producción de anticancerígenos, mientras que las prácticas agrícolas convencionales, con el uso de pesticidas y herbicidas, perturban este proceso. Por lo tanto, al comer lo orgánico estamos aumentando la cantidad de nutrientes que consumimos y evitamos exponernos a productos químicos que impactan negativamente nuestra salud. Nos aseguramos de que los alimentos estén libres de pesticidas, herbicidas, fertilizantes sintéticos, aguas residuales contaminadas, radiación ionizante, hormonas de crecimiento y antibióticos. Por otra parte, los pesticidas y herbicidas son tóxicos por naturaleza no solo para nosotros, sino también para el ambiente. Solo el 0,01 por ciento ataca la plaga objetivo, mientras que el 99,9 por ciento restante queda disponible y afecta negativamente el entorno. Se han identificado más de 3.000 sustancias tóxicas en alimentos convencionales.

 

 

Por su parte, los antibióticos y las hormonas desbalancean nuestras propias hormonas, perjudican nuestro sistema digestivo, hacen que sea más difícil perder peso y nos vuelven resistentes a los mismos antibióticos. ¿Todo debe ser orgánico? En un mundo perfecto, lo ideal sería que los vegetales y las frutas que consumimos fueran todos orgánicos o cultivados con métodos agrícolas sostenibles. Pero conseguirlos no es tan sencillo y además son más costosos. Con el fin de que puedas priorizar cuáles consumir orgánicos en primer lugar, compartimos la llamada ‘Dirty 12’ (los doce ‘sucios’) y ‘Clean 15’ (los 15 ‘limpios’), que clasifica las frutas y verduras que tienen una mayor y una menor concentración de residuos de pesticidas y químicos, respectivamente.

 

 

12 SUCIAS

 

  1. Apio
  2. Uvas
  3. Manzana
  4. Espinaca
  5. Tomate
  6. Acelga
  7. Durazno
  8. Chill
  9. Kale
  10. Pepino
  11. Fresas
  12. Pimentón

15 LIMPIAS

 

  1. Aguacate
  2. Arvejas
  3. Berenjenas
  4. Coliflor
  5. Kiwi
  6. Mango
  7. Melón verde
  8. Papaya
  9. Piña
  10. Cebolla
  11. Espárragos
  12. Maíz dulce
  13. Melón amarillo
  14. Repollo
  15. Toronja

Si debemos elegir, los 15 ‘limpios’ pueden no ser orgánicos debido a que estas plantas son más resistentes por naturaleza y no necesitan ser alterados o fumigados con altas concentraciones de químicos tóxicos. Estas dos listas nos permiten tomar decisiones informadas al alimentarnos, para reducir lo que más podamos nuestra exposición a sustancias tóxicas, y aumentar la densidad de nutrientes de lo que consumimos. Recuerda que, así no consigas plantas orgánicas todo el tiempo, es mejor comerlas que no incluirlas en tu dieta y reducir el consumo de alimentos procesados.

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