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Cristina y Josse: guerreros del amor
POR: REDACCIÓN FIT | 30 DIC 2019 | 7 MIN
Son de esas parejas que no se cansan de manifestarse amor y de exteriorizarlo, de gritárselo al mundo. “Para mí no hay ninguna mujer tan bella como la mía”, se ufana él en voz alta, en el mismo instante en que ella no para de hacerle fotos y grabarle videos durante el shooting fotográfico.
Publicado en la edición 27 de la Revista FIT by BODYTECH, este artículo sobre Cristina Hurtado y Josse Narváez —y su estilo de vida saludable— permanece vigente y se publica de nuevo en respuesta a la solicitud de los lectores.
Son de esas parejas que no se cansan de manifestarse amor y de exteriorizarlo, de gritárselo al mundo. “Para mí no hay ninguna mujer tan bella como la mía”, se ufana él en voz alta, en el mismo instante en que ella no para de hacerle fotos y grabarle videos durante el shooting fotográfico.
Josse Narváez y Cristina Hurtado parecen esconder algún secreto para mantener tan viva la chispa tras 16 años de matrimonio, pasando incluso juntos la mayor parte del día, como en este momento de sus vidas en el que ambos presentan, en el Canal Uno, el programa concurso de televisión Guerreros.
Quizás por esto afirman que el amor es como una matica a la que hay que regar cada día y que ellos se encargan de abonar con detalles, besos y cuidados constantes del uno hacia el otro. Para ellos, trabajar en pareja es más bien un hecho positivo. Aprovechan cada minuto esa complicidad que los hace funcionar bien ante las cámaras y permitirse esos guiños de rivalidad que para nada se traslade al hogar.
“La competencia a veces nos enfrenta, pero nosotros hicimos un trato desde el primer día: cuando salimos del estudio, allí se queda lo que pasó, no transciende en nuestras vidas. Estar juntos todo el día no es un problema: siempre lo hacemos y lo disfrutamos. Cómo estarán los valores de deformados, que lo noticioso es que una pareja lleve muchos años junta”, dice ella.
Para esta pareja, profundamente religiosa, la clave de esa persistencia es la presencia de Dios en sus vidas, algo que los ha vuelto más tolerantes, tranquilos y humildes, sobre todo porque ambos son de temperamentos fuertes y trabajan en un ambiente inestable y complicado.
Cuerpo y mente
La espiritualidad no riñe con el cuidado permanente de su aspecto, parte fundamental en sus respectivos trabajos. “Cuando tenía unos 20 años y comencé a hacer pesas, lo que quería era estar guapo —confiesa Josse— pero en la medida en que maduras y logras otro nivel de conciencia, te cuidas más por tu bienestar”.
Ahora ambos lo hacen por salud y para verse bien el uno al otro, y porque ya no les importa tanto cómo la gente los vea ni que una marca pueda contratarlos: su prioridad, hoy, es gustarse y agradarse mutuamente.
En ese proceso de crecimiento, la alimentación ha pasado a jugar un papel fundamental en sus vidas y su apuesta alimenticia actual es cero azúcares, carne solo un par de veces al mes y productos orgánicos.
“Cuando estaba en la universidad —cuenta Cristina—, una profesora nos mostró un documental de Monsanto y ahí comencé a alarmarme un poco. Después, estando en RCN, a una de las maquilladoras le dio cáncer y sus médicos le recomendaron leer libros sobre alimentación. Eso me llamó la atención y poco a poco he ido aprendiendo a sustituir unos alimentos por otros”.
Desde entonces, ella es amante de los mercados campesinos y los alimentos libres de químicos. En su casa no se compran enlatados ni paquetes y las hamburguesas de res han sido sustituidas por las de quinua. Eso sí, de vez en cuando, Josse se escapa con sus hijos para comerse una buena punta de anca. “Ha sido un cambio difícil, pero al final hay que reconocer que Cristina nos está regalando años de vida y salud por montones”, explica. Así que cuando se dan esas licencias gastronómicas las compensan con ejercicio, sobre todo con fútbol, un deporte que ambos aman y practican un par de veces por semana.
Fanáticos del ejercicio al aire libre, les ha costado asimilar que Bogotá no es una ciudad con bulevares ni malecones donde salir a trotar con la brisa en la cara; sin embargo, han encontrado en el gimnasio el mejor aliado amigo. “Al principio no me gustaba —admite Cristina— pero ahora lo disfruto mucho. Además, le sumamos caminatas matinales con los perros”.
Los años de vida que ambos saben que están ganando con un estilo de vida saludable los necesitan porque, como dice Josse, “esto apenas está comenzando. Yo no sé si vaya a seguir siendo presentador, pero como actor aún quedan muchísimos personajes que quisiera encarnar, además de que tengo una carrera musical que algún día voy a consolidar”.
Cristina también está llena de expectativas y sueños como presentadora y, aunque han tenido muchas ofertas fuera de Colombia, nunca han dado el salto pensando en la educación y la estabilidad de sus hijos, mientras espera el momento en que esas ofertas sean para los dos a la vez. “No nos parecería bien que se fuera uno y el otro se quedara — advierte—, nos gusta vivir las aventuras juntos, así que ya llegará el momento de arrancar a explorar otros lugares”.
Separación Saludable
Lo único que Cristina y Josse no hacen juntos, es entrenar. Claro que van al mismo lugar: la sede Torre Central de BODYTECH en Bogotá.
El entrenamiento de Cristina
Inicia con 20 a 30 minutos de cardio. Después, hace pesas (alternando por días tren superior e inferior) o entrenamiento funcional con bandas o cuerdas de TRX, y termina con un poco más de cardio y estiramientos.
El entrenamiento de Josse
Hace tres años sufrió una lesión en un hombro que le impide ejercitarse con lo que siempre le apasionó: las barras. Por eso, ahora hace entrenamiento funcional y poleas. Las pesas las usa para el tren inferior. Todo esto combinado con 10 minutos de cardio en el gimnasio y mucho fútbol.