La música es un estímulo poderoso que genera entretenimiento, comunicación, ambientación, diversión, etc., es capaz de generar experiencias auditivas tan poderosas que el oyente puede sentir emociones reales.

Escuchar música mientras entrenamos trae consigo muchos beneficios; te distrae de barreras que a veces surgen en una sesión de entrenamiento como el cansancio general, te levanta el ánimo y mejora tu actitud, promueve un buen ritmo de entrenamiento al mantenernos en constante movimiento, y demás beneficios que seguramente cada uno ha experimentado al ponerse los audífonos en el gym.

Hay quienes entrenan escuchando salsa o reguetón, mientras hay quienes no soportan esos géneros y prefieren sus bandas de rock favoritas; otros no son capaces de levantar una pesa si no tienen electrónica al máximo y hay quienes necesitan música relajante para concentrarse, pero, ¿cuál es la música correcta para entrenar?

ROCK:

El rock es un género de escape, en muchos casos, para esas personas que quieren liberar estrés. Las pesas son esa válvula de escape y en algunos casos, hasta una metáfora de punching bag. Este género tiene décadas de historia y ha sido cuna de muchísimos subgéneros y bandas. Elvis Presley, Chuck Berry, Nirvana, The Ramones, Metallica, AC/DC, Linkin Park, Queen, son ejemplos de la variedad de este género, pero su esencia siempre es la misma: rebelión. Lánzate al siguiente nivel y descubre clases como FitCombat, BodyAttack y BodyCombat.

TROPICAL:

Desde Salsa con el Grupo Niche y Vallenato con Pipe Calderón, pasando por Reguetón con J Balvin y Champeta con Mr. Black, estos géneros atraen generalmente a personas relajadas, extrovertidas y conversadoras. Aquellos que hacen de su entrenamiento una experiencia social. Para llevarlo al siguiente nivel, los fans de estos géneros pueden sacar provecho de clases grupales como Rumba y Dánzika.

ELECTRÓNICA:

Usualmente contemplada como la música de los millennials. Tiesto, David Guetta, Steve Aoki, Hardwell, son algunos de los nombres más reconocidos por aquellos que entrenan al ritmo de sintetizadores y sonidos pulsantes que hacen que la sangre bombee más fuerte y el ánimo suba hasta las nubes. Prepara tu cuerpo como si estuvieras en la mejor rumba de tu vida. Ingresa a una sesión de BodyPump o Crosstech con la mejor energía.

RELAX:

Ya sea música clásica de Bach, Beethoven y Mozart o canciones tranquilizantes de artistas contemporáneos como The Lumineers, José González o James Bay; las personas que entrenan con este género buscan concentrarse y desconectarse del mundo exterior. Su tiempo de entrenamiento es ese momento del día donde se liberan de las cargas cotidianas y se encuentran con su ser interior. Si eres de esos, prueba una sesión de Yoga o Stretching.

En realidad, no importa el género musical que elijas al entrenar, lo importante es lo que este te haga sentir. A la hora armar tu playlist para el gym, ten en cuenta que las canciones que decidas agregar deben gustarte mucho, ponerte de buen ánimo y si es posible, estar asociadas a buenos recuerdos, esto te garantizará hacer de tu entrenamiento una experiencia divertida.

Cuando entrenas con buen ánimo, tu cuerpo se da cuenta y ofrece mejores resultados. Los efectos psicológicos de la música son muy positivos para el cerebro y por consecuencia, para el resto de tu cuerpo.

Elige tu música, ponte los audífonos y a entrenar con toda.

Un tip: Para armar tus playlists en tu celular, prueba aplicaciones como Spotify, Google Play, Deezer o Apple Music. Cada una ofrece excelentes alternativas para descubrir nueva música, escuchar lo más popular y en general llevar tu experiencia musical contigo a cualquier lugar.