Bienestar

Ejercicios kegel, puedes estar olvidándote de un grupo de músculos muy importantes

Fortalecer tu zona pélvica con ejercicios Kegel es provechoso para tu salud sexual y urinaria. Conoce sus beneficios y aprende cómo hacerlos.

Patricia Guarin | 5 de septiembre 2019 Tiempo de lectura 10 min

Ejercicios kegel, puedes estar olvidándote de un grupo de músculos muy importantes

Seguro en tu rutina de entrenamiento ya tienes ejercicios para fortalecer los brazos, abdomen, espalda, pecho, core y piernas. Pero puede que te estés olvidando de un grupo de músculos muy importantes: la zona pélvica.

 

Según el estudio Un enfoque cuantitativo para medir la función sexual de las mujeres mediante electromiografía: un estudio preliminar del ejercicio de Kegel, realizado por el Medical Science Monitor, “ejercitar la zona pélvica mejora la función sexual en las mujeres. Los ejercicios Kegel ayudan a fortalecer los músculos que rodean parte de la vagina, el recto y la uretra y mejora los problemas que resultan de una zona pélvica debilitada, como la incontinencia urinaria y el prolapso de los órganos pélvicos, así como para mejorar la respuesta sexual.”

 

Los ejercicios Kegel nacieron al final de la década de 1940 cuando el Dr. Arnold Kegel encontró que la forma para mejorar la incontinencia urinaria que muchas mujeres experimentan después del parto era fortalecer los músculos de la zona pélvica.

 

Estos ejercicios no sólo solucionaban el problema para muchas, también reportaban mayor sensación sensual, inclusive mujeres que nunca habían sentido un orgasmo comenzaron a experimentarlo por primera vez.

 

Beneficios de los ejercicios Kegel

 

• Previenen la incontinencia.

• Fortalecen y recogen los músculos de la vagina después del parto.

Orgasmos más fuertes e intensos.

• Reactivan la intensidad de los orgasmos luego de la menopausia.

 

Cómo hacer los ejercicios Kegel

 

En el estudio del Medical Science Monitor explican que “hay una variedad de ejercicios de Kegel, pero todos usan el mismo principio, que implica alternar la contracción y la relajación de la zona pélvica. Los mismos músculos que se reclutan para detener el flujo de orina”

 

Para realizar los ejercicios:

 

1. Localiza el músculo. Esto lo puedes hacer la próxima vez que vayas al baño. Comienza a orinar y en la mitad interrumpe el flujo de la orina. Los músculos que se activan son los de la zona pélvica. Ya al tenerlos identificados puedes conectarte con ellos y activarlos cuando vayas a hacer los ejercicios.

2. Debes mantener la contracción del músculo, no pulsarlo. Haz una contracción de diez segundos, luego suelta tres segundos. Repite diez veces.

3. Hazlo parte de tu rutina. Puedes hacerlo hasta tres veces por día. Para ver los resultados debes hacerlo de manera regular durante unos seis meses, no es tan efectivo si sólo lo haces de vez en cuando.

 

Existen aplicaciones que te guían y dispositivos para medir la intensidad de los ejercicios y la fuerza que vas ganando en tu zona pélvica con tu esfuerzo y constancia.

 

Lo bueno es que lo puedes hacer en cualquier lugar. Es una práctica discreta que no toma mucho tiempo ni preparación y puede mejorar muchísimo tu vida sexual al prevenir que se atrofien los músculos de la zona pélvica. También puede prevenir que, en un futuro sufras de incontinencia o que los orgasmos sean menos intensos, situación que muchas mujeres enfrentan tras la menopausia.

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