ENTRENAMIENTO
Core fuerte, orgasmos intensos entrenamiento del suelo pélvico
Soraya Munar | 12 de agosto de 2025 | Tiempo de lectura: 15 minutos
Más allá del abdomen plano, fortalecer el core tiene beneficios que impactan en la postura, el rendimiento deportivo… y sí, también en la vida sexual. Una zona clave —y muchas veces olvidada— es el suelo pélvico, un conjunto de músculos que, al activarse y entrenarse correctamente, puede mejorar tanto el control como la intensidad del orgasmo, especialmente en las mujeres.
¿Qué es el suelo pélvico y por qué deberías entrenarlo?
El suelo pélvico es un grupo de músculos y tejidos que forma una especie de “hamaca” en la base de la pelvis. Sostiene órganos como la vejiga, el útero y el recto. Estos músculos cumplen funciones fundamentales: control urinario, soporte de vísceras y, en el plano sexual, permiten contracciones que incrementan la sensibilidad y la intensidad del placer.
Según un artículo publicado en el British Journal of Urology International, las mujeres con un suelo pélvico fuerte reportan una mayor satisfacción sexual, incluidos orgasmos más intensos y mayor facilidad para alcanzarlos.
“El entrenamiento del core no debe centrarse solo en lo visible. El suelo pélvico es parte del sistema profundo de estabilización y tiene implicaciones directas en la salud funcional y sexual”, explica el Dr, Alejandro Sarmiento, médico especialista en medicina deportiva de BODYTECH.
Señales de que tu suelo pélvico necesita atención
- Pérdidas involuntarias de orina al toser, reír o saltar.
- Sensación de presión en la parte baja del abdomen.
- Disminución de la sensibilidad sexual.
- Dolor lumbar crónico o sensación de inestabilidad en la pelvis.
Estas señales son comunes, pero no normales. Ignorarlas puede llevar a problemas mayores, especialmente en mujeres que han tenido partos vaginales, mujeres en menopausia, o personas que levantan peso con técnica inadecuada.
Ejercicios para fortalecer el suelo pélvico y el core
El entrenamiento debe incluir una combinación de activación consciente, control respiratorio y movimientos funcionales. Aquí algunos ejercicios recomendados:
Kegels (contracciones pélvicas)
- Cómo hacerlo: contrae los músculos como si quisieras detener el flujo de orina, mantén 5 segundos y relaja.
- Repeticiones: 10 repeticiones, 3 veces al día.
- Beneficios: Mejora el control urinario y la intensidad de las contracciones orgásmicas.
Puente de glúteos con activación pélvica
- Cómo hacerlo: acostada boca arriba, rodillas flexionadas, eleva la pelvis contrayendo glúteos y suelo pélvico.
- Repeticiones: 3 series de 12.
- Beneficios: Estabiliza la pelvis, fortalece glúteos, mejora el control muscular profundo.
Dead bug (ejercicio del insecto muerto)
- Cómo hacerlo: acostada boca arriba, piernas y brazos al aire, alterna bajada de brazo y pierna contraria sin arquear la espalda.
- Repeticiones: 3 series de 10 repeticiones por lado.
- Beneficios: Activa el core profundo, promueve la coordinación y estabilidad.
“Entrenar el core va más allá del abdomen estético. Cuando se conecta con el suelo pélvico, los beneficios se sienten en la postura, el desempeño deportivo… y en la cama”, comenta Yezid Carvajal, gerente de clases grupales de BODYTECH.
Conexión cuerpo-mente-orgasmo
Entrenar el suelo pélvico también mejora la conexión mente-cuerpo, ya que exige atención plena, respiración consciente y control neuromuscular. Estos factores inciden directamente en el bienestar físico, emocional y sexual.
Además, estudios de la Universidad de Ottawa destacan que el fortalecimiento del suelo pélvico mejora la autoestima corporal, reduce el estrés y potencia el deseo sexual en mujeres de todas las edades.
¿Por dónde empezar?
Lo ideal es contar con acompañamiento profesional. En BODYTECH, puedes pedir orientación a nuestros entrenadores y médicos para diseñar una rutina adaptada a tu estado físico y necesidades, incluyendo ejercicios de core profundo, funcionales y de respiración.
Pilates: conciencia, control y placer profundo
Entre las disciplinas más efectivas para trabajar el core profundo y el suelo pélvico, el Pilates ocupa un lugar privilegiado. Ya sea en su modalidad Mat (en colchoneta) o Reformer (con máquina), este método combina respiración, control corporal y fuerza desde el centro, lo que genera una activación progresiva, profunda y consciente de los músculos estabilizadores del cuerpo.
Al incluir ejercicios como el hundred, el puente pélvico, los roll ups o los círculos de piernas, se fortalecen estructuras clave para mejorar la postura, el equilibrio, la respiración… y también el desempeño sexual.
“En Pilates entrenamos desde el centro. Activamos el transverso abdominal, los oblicuos y el suelo pélvico, generando fuerza y control interno. Esto se traduce en mayor conciencia corporal, mejor capacidad para contraer voluntariamente y, por tanto, orgasmos más intensos y placenteros”, afirma Ana Verónica Romero, entrenadora de Pilates Studio en BODYTECH.
Además de estos beneficios, Pilates es ideal para todas las edades y niveles de condición física, y puede ser especialmente útil en procesos postparto, menopausia, rehabilitación o como complemento del entrenamiento de fuerza.
Salud íntima es salud integral
La fuerza interior empieza desde el centro. Y no solo se nota en tu postura o tu desempeño físico, sino también en tu bienestar sexual. Entrenar el core —incluyendo el suelo pélvico— es una inversión integral en tu salud, tu energía y tu placer.