Bienestar

La compleja relación entre los trastornos alimentarios y el ejercicio en el tratamiento

 Soraya Munar  | 01 de diciembre 2023 | Tiempo de lectura 3 min

Los trastornos alimentarios son condiciones de salud mental complejas que afectan a millones de personas en todo el mundo.

 

Aunque existen diversos tipos de trastornos alimentarios, como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, todos comparten características comunes de patrones alimentarios poco saludables y una imagen distorsionada del cuerpo. El tratamiento para los trastornos alimentarios a menudo implica un enfoque multidisciplinario, y un aspecto que ha llamado la atención es el papel del ejercicio en el proceso de recuperación.

 

 

Entendiendo los trastornos alimentarios

 

Los trastornos alimentarios no se limitan simplemente a la comida; son condiciones de salud mental complejas con componentes físicos y psicológicos. Estos trastornos a menudo se originan a partir de una combinación de factores genéticos, ambientales y psicológicos. Las personas con trastornos alimentarios pueden tener comportamientos restrictivos, conductas de purga o atracones compulsivos para hacer frente a las emociones, controlar sus cuerpos o cumplir con los estándares de belleza de la sociedad.

 

 

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Impacto del ejercicio en los trastornos alimentarios:

 

El ejercicio suele asociarse comúnmente con el bienestar físico y los beneficios para la salud mental. Sin embargo, cuando se trata de trastornos alimentarios, la relación con el ejercicio puede volverse complicada. Por un lado, se ha demostrado que la actividad física regular tiene efectos positivos en el estado de ánimo, la ansiedad y la salud mental en general. Por otro lado, las personas con trastornos alimentarios pueden abusar del ejercicio como un medio para compensar la ingesta de alimentos, perder peso o lograr una forma corporal percibida como ideal.

 

 

Ejercicio como comportamiento compensatorio:

 

En ciertos trastornos alimentarios, especialmente la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, el ejercicio puede convertirse en un comportamiento compulsivo y perjudicial. Algunas personas pueden participar en rutinas de ejercicio excesivas e intensas como una forma de quemar calorías y mantener la pérdida de peso. Este ejercicio compulsivo puede agravar problemas de salud física, como pérdida de masa muscular, pérdida de densidad ósea y problemas cardiovasculares, complicando aún más el proceso general de tratamiento.

 

 

Incorporar el ejercicio en el tratamiento:

 

A pesar de los posibles riesgos, algunos enfoques terapéuticos incorporan el ejercicio en el tratamiento de los trastornos alimentarios. Sin embargo, es esencial abordar esto con precaución y bajo la orientación de profesionales de la salud. El ejercicio puede integrarse en los planes de tratamiento como una manera de promover una relación saludable con la actividad física, mejorar la imagen corporal y aumentar el bienestar general.

 

 

Ejercicio supervisado y moderado:

 

Incluir sesiones de ejercicio supervisadas y moderadas en los planes de tratamiento permite a los profesionales de la salud monitorear y controlar la intensidad y duración de la actividad física. Esto ayuda a prevenir el uso indebido del ejercicio como un comportamiento compensatorio y asegura que contribuya positivamente a la salud general del individuo.

 

 

Prácticas de movimiento consciente:

 

Introducir prácticas de movimiento consciente, como el yoga o el tai chi, puede ser beneficioso. Estas actividades enfatizan la conexión entre la mente y el cuerpo, fomentando la autoconciencia y promoviendo una relación positiva con la actividad física.

 

 

Educación y psicoeducación:

 

Proporcionar educación y psicoeducación sobre el papel del ejercicio en la salud general es crucial. Ayudar a las personas a comprender el propósito del ejercicio más allá del control de peso puede contribuir a cambiar su mentalidad y romper el ciclo de ejercicio compulsivo.

 

 

La relación entre los trastornos alimentarios y el ejercicio es compleja, con el potencial de impactos tanto positivos como negativos. Aunque el ejercicio puede ser un componente valioso del tratamiento, debe abordarse con precaución y adaptarse a las necesidades individuales bajo la guía de profesionales de la salud. Un enfoque holístico que aborde los aspectos psicológicos, nutricionales y físicos de los trastornos alimentarios es esencial para una recuperación efectiva y sostenible.

Soraya Munar

Gerente de comunicaciones
Apasionada gerente de comunicaciones en Bodytech, comparte su expertise en vida activa y saludable con la comunidad.
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