Desde hace 22 años bailo, y no puedo dejar más de 2 días sin bailar. Cuando descubrí la danza Árabe e Hindú en Oriente mi vida cambio, se llenó de alegría, creatividad y magia, además de múltiples beneficios.

Esta danza es mucho más que mover las caderas, o aprender un movimiento, es un camino espiritual tan profundo como el yoga, pero además tiene un componente extra que es la alegría, y la posibilidad de expresar la sensualidad, feminidad, sabiduría y creatividad del espíritu femenino.

La danza oriental desde tiempos antiguos ha sido y es un ritual de conexión con la energía divina, un espacio de catarsis, liberación, alineación y celebración de la vida. Esto lo vemos desde la época Faraónica* en Egipto donde la sacerdotisas bailaban haciendo ofrenda a los dioses en diferentes rituales y en India donde las devadasys* bailaban para iluminarse y traer el espíritu divino a la tierra llenándola de magia, arte, poesía y belleza.

Los Beneficios de la Danza Oriental son múltiples:

A través de esta Danza he sanado, limpiado, liberado y desbloqueado muchas áreas de mi vida personal y he visto como miles de mujeres han transformado su vida en mi Academia Prem Shakti, elevado su autoestima, empoderándose, llenándose de alegría y luz , sanando de dolencias emocionales como depresión, ansiedad e incluso de enfermedades como quistes en los ovarios, tumores, desequilibrios hormonales, jaqueca, problemas de espalda, rodilla, rigidez, independiente de la edad , talla, profesión, estrato o camino de vida.

En una sociedad y sistema educativo completamente orientado al hemisferio izquierdo del cerebro: lo racional, científico, lineal, masculino, la acción, el trabajo externo y la persecución de metas, le energía yang*, la acción solar. Donde muy poco o nada se trabaja el hemisferio derecho del cerebro: la creatividad, la receptividad, lo intuitivo, artístico, sensorial, receptivo, amoroso, sensual y místico, la energía ying*, lunar. Es muy importante equilibrar los dos hemisferios del cerebro: ser tan racionales como creativos, lineales como circulares, científicos como artistas.

A través de la danza oriental logramos equilibrar los dos hemisferios del cerebro, trabajamos desde la memoria celular desbloqueando y liberando para crear un espacio de armonía y balance.

En 1999 diseñé el sistema Prem Shakti como un espacio donde se trabaja la excelencia técnica de la danza oriental además de todos sus beneficios terapéuticos: Es el arte de sanar y celebrar la energía femenina a través de la danza oriental. También se hace un trabajo profundo terapéutico de despertar la conciencia y el espíritu femenino, sanar la mujer y el ser en los 5 planos energéticos: físico, material, espiritual, mental y emocional. Sanando la autoestima, alineando chacras o centros de energía, comprendiendo el significado de cada uno de ellos y cómo se sanan a través de la danza oriental.

Existen contundentes testimonios de mujeres que se han sanado de cáncer de ovario, anorexia, bulimia, depresión, adicciones y otras enfermedades.

La danza es una herramienta muy poderosa y liberadora para purificar cuerpo- mente, corazón y espíritu.

Todas la impresiones y experiencias que vivenciamos desde el momento de fecundación ovulo – esperma, quedan registradas en la memoria celular (incluso impresiones de padre – madre). Las impresiones fuertes, traumas, vivencias emocionales importantes, y en general toda la energía que se va acumulando a través del tiempo bien sea por estrés, tensión, pensamientos limitantes, falta de ejercicio, alimentación inadecuada, etc.; van generando cúmulos de energía que se va estancando en diferentes lugares del cuerpo y en los centros de energía o chacras.

El no movilizar esta energía, el no trabajar sobre ella y tomar conciencia de estos bloqueos genera normalmente enfermedad, depresión, caos, sufrimiento, estancamiento en cualquier área de nuestra vida.

A través de la danza buscamos precisamente movilizar y liberar esta rigidez tomando conciencia de que nuestro cuerpo es el único e irremplazable vehículo que tenemos para expresar nuestro espíritu.

El cuerpo es una gran casa con muchas habitaciones y cada una de ellas es tan importante como la otra. El problema es que, en el mundo moderno especialmente en occidente, nos hemos especializado en solo algunas habitaciones de esta gran casa, creando desequilibrios e inconformidad en la manera como nos percibimos y relacionamos.

La relación con el cuerpo es la primera puerta hacia la liberación de espíritu: cada célula es una representación micros cósmica del gran cosmos que está afuera y alrededor, de ahí la importancia de trabajar el cuerpo como vehículo y templo del espíritu, la emoción y la mente.

La danza Oriental en el sistema Prem Shakti trabaja 5 niveles energéticos:

1. Nivel Físico: a través de movimientos, estiramientos, posturas (asanas) y danza, se trabaja la armonía del cuerpo físico, eliminando tensiones, tonificando, activando la circulación y equilibrio del sistema hormonal.

2. Nivel entérico: es estimulado a través de aromas, colores, masajes, música, sabores, velos y la propia danza; despertando los 5 sentidos y una sensibilidad diferente ante la vida.

3. Nivel emocional: estimula emociones positivas, autoestima, desbloqueando emociones y sentimientos estancados. Abre el chakra cardiaco creando un amor intenso por ti misma y mejorando las relaciones.

4. Nivel Mental: crea un pensamiento positivo sobre la vida, sobre sí misma, ser una mujer más consciente de su esencia y su misión en la tierra. Estimula una mente clara, intuitiva y creativa.

5. Nivel espiritual: la danza te da la posibilidad de re encontrar tu verdadera esencia femenina y conectarte con la divinidad dentro de ti. Te ayuda a alinear los chacras o centros sutiles a comprender su función y vibración.

En la época moderna, las mujeres hemos asumido mucho roles masculinos, a veces perdiendo la feminidad y la sensualidad, volviéndonos muy rígidas y lineales, vivimos en el multitask* constante, mas aun por esta razón es importante tener espacio y tiempo para nosotras y permitir que nuestro espíritu femenino se exprese en todas sus cualidades: sensualidad, feminidad, dulzura y magia. La danza oriental es un camino maravilloso donde además de realizar una práctica física, perder peso, ganar tono muscular, expresamos nuestra sensualidad, nos empoderamos, liberamos estrés, desbloqueamos el cuerpo físico y mental y abrimos nuestro corazón a la alegría, y esta es la mejor y más poderosa medicina que existe. 

Cuando el cuerpo baila el corazón brilla, la danza es el lenguaje oculto del alma… La vida es una danza sin importar edad, talla, profesión o camino de vida.

¡Anímate a Bailar! El tiempo es siempre Ahora.

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