Seguramente has oído hablar de CrossFit o, incluso, ya lo has practicado. Es tendencia alrededor del mundo, muchos centros deportivos y gimnasios ofrecen espacios para su práctica. Puede parecer la última moda en entrenamiento, pero fue hace 50 años cuando el CrossFit empezó a tomar forma. Greg Glassman, un atleta en ese entonces universitario, tenía la fijación de mejorar su rendimiento no solo en una disciplina, sino en varias.

Por eso creó un entrenamiento dinámico de alta intensidad para incrementar la fuerza y la potencia de manera rápida y contundente. Después de aplicarse el entrenamiento durante varios años en grupos de policías y marines, en el 2000 el CrossFit se volvió una marca registrada.

Con la asesoría de Carlos Andrés Reyes, líder de Innovación Bodytech y Entrenador Certificado en CrossFit, te ayudamos a resolver algunas dudas frecuentes con respecto a este tipo de actividad física.

¿Qué es el CrossFit?

Es un sistema de entrenamiento basado en movimientos funcionales de alta intensidad y constante variación. Es único en su enfoque por maximizar las respuestas endocrinas, desarrollar la potencia y combinar múltiples modalidades de ejercicios, como la halterofilia, el entrenamiento metabólico (HIIT) y el gimnástico (que estimula el sistema neuromuscular y trae beneficios para el equilibrio, la flexibilidad, la resistencia y la fuerza).

¿Por qué está de moda?

Porque es un entrenamiento de vanguardia que funciona, tanto para atletas de alto rendimiento como para el público en general. El CrossFit también motiva a sus practicantes a explorar una variedad de deportes como vehículo para expresar y aplicar su amor por el fitness.

¿Qué cuidados se deben tener para practicar CrossFit?

Como en cualquier tipo de actividad física, es muy importante identificar primero los factores de riesgo y los niveles de intensidad en el entrenamiento para cada individuo. Con esta información, será posible generar una prescripción precisa de los movimientos y su intensidad, el equivalente a una rutina de ejercicios CrossFit. También es fundamental el seguimiento de un profesional para garantizar que cada ejercicio se realice con la técnica correcta.

¿Es obligatorio el acompañamiento de un entrenador?

Sí. Más que un entrenador personalizado, es muy importante que sea uno certificado en esta modalidad, ya que, por la complejidad de los ejercicios, la metodología y planeación, es necesario contar con su seguimiento. Precisamente, esto ha generado la mala fama del CrossFit en los últimos años, ya que en algunos casos quienes lo prescriben no son expertos y, por lo tanto, su planificación y ejecución no es la adecuada.

¿Para quienes está contraindicado?

El CrossFit no está contraindicado para ninguna persona, ni siquiera para aquellas que nunca en su vida han hecho ejercicio. Tal y como ocurre en cualquier práctica de alta intensidad, puede ser lesivo, no por su método, sino por deficiencias u omisiones en su planificación y ejecución.

Antes de iniciar la práctica es fundamental una evaluación física y la prescripción de los ejercicios con progresión de cargas y niveles de intensidad, que se ajusten a las necesidades específicas de cada individuo.

¿Qué tipo de ejercicios se hacen en el CrossFit?

• Ejercicios de ciclismo, carrera, natación y remo a corta, mediana y larga distancia.

• Ejercicios de gimnasia (desde básicos hasta avanzados), alcanzando una gran capacidad para controlar el cuerpo, tanto estática como dinámicamente y, al mismo tiempo, maximizar la velocidad, flexibilidad y proporción peso-potencia.

• Levantamiento de pesas: permite desarrollar la potencia explosiva, el control de elementos externos y el dominio de patrones de reclutamiento motriz, fundamentales en un deportista.

¿Cuánto puede durar una sesión de CrossFit?

Máximo una hora, pues la intensidad del entrenamiento que optimiza el acondicionamiento físico no es sostenible por más tiempo.

Sus beneficios

• Mejora la resistencia cardiovascular, la fuerza, la velocidad y la potencia.

• Fortalece todos los músculos del cuerpo, con énfasis en la zona central, con una amplia respuesta adaptativa.

• Es clave para el desarrollo de la flexibilidad, la agilidad, el equilibrio y la función pulmonar.

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