Sentir estrés es común en las personas. De hecho, es una reacción normal del cuerpo frente a cualquier situación de cambio, sea positivo o negativo.

Hay una hormona que juega un papel preponderante en este proceso biológico: se llama cortisol. Esta es producida por las glándulas suprarrenales y cuando se libera al torrente sanguíneo, actúa de diferentes maneras en el organismo: activa la respuesta del cuerpo frente al peligro, aumenta el metabolismo del azúcar en la sangre y ayuda a controlar la presión arterial.

El problema con el cortisol viene cuando está elevado por un tiempo prolongado a causa del estrés crónico que pueden padecer muchas personas, por múltiples razones: trabajo extenuante, problemas familiares, deudas incontroladas, el tráfico de las grandes ciudades, carga académica excesiva, una ruptura amorosa, entre múltiples situaciones.

Cuando hay estrés prolongado y, por ende, altos niveles de cortisol en la sangre, las consecuencias para la salud son varias: aumento de peso, problemas de azúcar, periodos menstruales irregulares, entre otros.

El ejercicio de alto impacto, tipo HIIT o Crossfit, es beneficioso para muchos, excepto para aquellos que padecen de angustia permanente. Si ese es tu caso, FitApp By Bodytech te trae cinco tipos de ejercicios que puedes realizar para mantenerte en forma y, al mismo tiempo, mantener el cortisol a raya.

Yoga: lo bueno de esta práctica es que es pausada y de bajo impacto. Adicional a esto, varios estudios publicados en revistas como Harvard Health Publishing y Frontiers in Human Neuroscience, aseguran que el yoga combina el trabajo muscular con la meditación, cosa que produce un estado profundo de relajación y reduce los niveles de estrés crónico en el cuerpo. ¡A sacar el mat!

Pilates: concentración, control o precisión son algunas de las capacidades necesarias en el pilates, un método de ejercicio que permite incrementar la fuerza funcional, mejorar la flexibilidad y corregir la postura. Desde su surgimiento, el pilates ha sido considerado una mezcla efectiva entre la terapia física, el yoga y la gimnasia.

Caminar: según el neurólogo José Obeso, director del Centro Integral en Neurociencias de Madrid (España), caminar es algo así como “un acto liberador”. Literalmente, el cerebro no tiene que preocuparse de nada, salvo andar, seguir hacia adelante. Esto hace que, espontáneamente, se produzcan endorfinas, optimismo y euforia. Y si es al aire libre, ¡mejor!

Tai chi: este arte marcial, que se originó como una forma de combate, realmente es un ejercicio pacífico y sosegado. Consiste en realizar series de movimientos lentos, que mejoran la capacidad aeróbica; aportan equilibrio, flexibilidad y agilidad; reducen el dolor articular y combaten el insomnio. Por ser de bajo impacto, puede ser realizado por cualquier persona, independientemente de su edad.

Rumba: pese a que bailar es un ejercicio exigente físicamente, pues eleva las pulsaciones al máximo y quema calorías como pocas rutinas lo hacen, el hecho de estar escuchando tu música favorita y ‘soltando el paso’, hace que se generen otro tipo de respuestas positivas en el cuerpo, a nivel emocional y físico. Bailar te hará liberar endorfinas, hormonas neurotransmisoras encargadas de darte la sensación de felicidad y bienestar.