Oriundo de Pasto en el departamento de Nariño, José Félix Muñoz Eraso vivía su adolescencia como cualquier otro joven, hasta que un día un accidente le arrebató la vista, un fuerte golpe en la cabeza le afectó las retinas y poco a poco empezó a perder la visión.

En medio del desespero, su padre decidió traer a José Félix a Bogotá para ver si podían hacer algo y detener la ceguera que avanzaba rápidamente, pero cuando lo intervinieron ya era demasiado tarde, puesto que, además de los efectos del golpe, un glaucoma terminó por apagar los ojos de José.

En ese momento, José debe empezar una nueva vida, ingresa al Instituto Nacional para Ciegos y aprende a leer en Braile, a manejar el sistema matemático del ábaco y a utilizar todas las herramientas que necesita para llevar una vida normal y autosuficiente.

Desde hace 20 años, José Félix conoció a BODYTECH por una exnovia que, preocupada por su salud, decide motivarlo a ingresar y así poder perder peso y mantener una vida saludable, para ese entonces José Félix pesaba 95 kilos y su motivación era poder sentirse mejor y tener más energía.

Desde el momento que ingresa a la sede Chapinero, José Félix se refugia en el ejercicio y hasta el día de hoy no deja de asistir un solo día a su entrenamiento pues es fundamental para él. Recibe la asistencia de los entrenadores de planta entre los que él destaca a Geraldin, quien lo acompaña en su rutina y le apoya en la ubicación de las máquinas, la realización correcta de los ejercicios y lo motiva a lograr sus objetivos.

Durante estos 20 años José Félix agradece el momento en que BODYTECH llegó a su vida pues, además de ayudarle a alcanzar un peso y una vida saludable, le dio la motivación para conseguir un propósito manteniéndose activo y lleno de energía, actualmente se considera un embajador enamorado de la marca y no pierde oportunidad de hablar del centro médico deportivo a sus compañeros y amigos.

Además del gimnasio José Félix también practica el microfútbol el cual se juega con un balón sonoro y se practica con el apoyo de un instructor quien les guía y ayuda a delimitar tanto el campo de juego como el respeto del área de cada compañero y rival, todo esto hace que las personas afiancen su sentido de orientación a través de la escucha. 

En cuanto a la pérdida de su visión, José Félix afirma que esto lo cambió positivamente pues tuvo que sacar fuerzas para mantener una vida normal y autónoma. Le envía a través de este espacio un mensaje a todas las personas que tienen una discapacidad, aunque él prefiere decirlo “personas con limitaciones físicas o sensoriales”, él les dice “no hay que escuchar las voces que hay en la sociedad las cuales dicen que una persona con alguna limitación física o sensorial no puede hacer nada, o no tiene la capacidad para hacer cosas productivas, pero yo creo que es todo lo contrario, muchas veces las personas que tenemos alguna limitación buscamos ser más puntuales, más comprometidas y esforzadas para lograr los objetivos”.

Entre sus amores José Félix destaca a su equipo del alma el deportivo Pasto y a BODYTECH diciendo que los ama por igual y que en su corazón y en su día a día, hasta el momento que tenga vida, estará junto a estos. Agradece eternamente el apoyo brindado por Gigliola Aycardi y Nicolás Loaiza quienes dentro de su responsabilidad social corporativa le han brindado el apoyo para continuar con sus entrenamientos en el gimnasio.