Sin duda la Navidad es la época en la que esta proteína llega a la mesa con un papel protagónico, tanto en nuestras cena principal de Noche Buena como en reuniones previas con familia y amigos.

Por eso hoy queremos darte algunas opciones para que aproveches los beneficios que tiene esta carne.

La carne de pavo es pura proteína de fuente natural que nos ayuda a desarrollar, proteger y mantener la masa muscular. Es fuente de hierro, zinc y potasio, vitales para muchos procesos de nuestro cuerpo.

También contiene fósforo, un mineral que fortalece los huesos y los dientes, y que ayuda a usar las grasas y los carbohidratos como energía.

El pavo también contiene vitamina B6 y niacina, esenciales para la producción de energía; y riboflavina, que le ayuda al cuerpo a convertir los alimentos en glucosa y tiene una función vital en la producción de glóbulos rojos.

Además, aporta selenio, un mineral que regula la tiroides,ayuda a mantener el pelo y las uñas saludables, y protege el sistema inmunológico, las células y los tejidos.

Adicional a esto es rico en triptófano, un aminoácido que ayuda a mejorar la función cognitiva y a disminuir el riesgo de demencia y otras enfermedades degenerativas.

El triptófano de hecho permite la producción de serotonina, vital en el estado de ánimo e interviene en la regulación del sueño.

Consejos para aprovechar la carne de pavo:

1. Escoge un pavo que sea orgánico o campesino —criado libremente— para asegurarte de que no le han dado antibióticos y hormonas que pueden afectar tu propia salud.

2. Si compras el pavo que ya viene listo, jamones o salchichas, escoge los productos que no contengan nitritos, gluten o almidones.

3. Escoge siempre la más magra y blanca (la pechuga por ejemplo), ya que esta es muy baja en grasa y alta en proteínas. El cuero y la carne oscura son las partes más grasosas.

4. Evita en lo posible salsas dulces, como la de ciruela y manzana, que suelen tener altas cantidades de azúcar o escoge una versión endulzada con miel o con el propio dulce de la fruta.

5. El pavo que te quede de la cena puedes guardarlo en el refrigerador hasta por cuatro días. Consérvalo en un recipiente aparte sin salsas ni otros acompañamientos, así previenes que se dañe.

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