En el día mundial del orgasmo femenino, es imposible no hablar de los beneficios del sexo, que son múltiples. No se trata solo del placer, más allá la práctica sexual contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico, combate el estrés y reduce el dolor muscular.

El sexo quema calorías y por ende, contribuye al buen estado físico. Según estudios, una persona quema en promedio, entre cuatro y cinco calorías por minuto durante la actividad sexual moderada, y esto en comparación a las siete calorías que es posible quemar durante el mismo tiempo en la caminadora, no está nada mal.

Para que disfrutes aún más, hoy te mostraremos la forma de fortalecer tu zona pélvica y llegar al clímax en tus relaciones íntimas. El Kegel es una práctica mediante la cual puedes ejercitar la zona pélvica para mejorar la respuesta sexual.

Para desarrollar esta práctica:

1. Localiza el músculo. Esto lo puedes hacer la próxima vez que vayas al baño. Comienza a orinar y en la mitad interrumpe el flujo de la orina. Los músculos que se activan son los de la zona pélvica. Ya al tenerlos identificados puedes conectarte con ellos y activarlos cuando vayas a hacer los ejercicios.

2. Debes mantener la contracción del músculo, no pulsarlo. Haz una contracción de diez segundos, luego suelta tres segundos. Repite diez veces.

3. Hazlo parte de tu rutina. Puedes hacerlo hasta tres veces por día. Para ver los resultados debes hacerlo de manera regular durante unos seis meses, no es tan efectivo si sólo lo haces de vez en cuando.

Además, practicar los ejercicios Kegel, ayuda a las mujeres a prevenir la incontinencia y aumenta la resistencia de su vagina, según Alejandro Sarmiento, líder Científico de Bodytech.

Como dato curioso para ti que disfrutas del ejercicio, traemos una tabla en la que puedes encontrar cuántas calorías quemas según la posición sexual, para que hagas de tu encuentro sexual una fase de tu entrenamiento.

Recuerda que la cantidad de calorías quemadas, según la posición son un aproximado. La energía total gastada dependerá de la edad, el peso y la altura de cada individuo y también del tiempo que le dedique cada pareja al sexo. Cambiar de posiciones también aumenta tus posibilidades de gastar más energía. Ahora que lo sabes, disfruta mientras te ejercitas y avivas la llama de la pasión.