El camino como en casi todas las enfermedades es la prevención con alimentación saludable y ejercicio frecuente.

A nivel de nutrición es necesario consumir diariamente 1.000 miligramos de calcio presente en alimentos como lácteos, fríjol, atún, sardinas, tofu y brócoli entre otros.

También debes incluir 400 unidades internacionales de vitamina D que puedes encontrar en pescados como el salmón.

Hablando de ejercicio, el de fuerza es muy importante para garantizar una buena salud ósea.

Al incluir ejercicio con el propio peso corporal, con bandas o pesas tu cuerpo se beneficia debido a que:

1. Genera estímulos mecánicos que favorecen la absorción del calcio y la generación de más tejido óseo.

2. Aumenta la masa muscular. Lo que le permite al cuerpo y a los huesos soportar las cargas diarias. Al tener una masa muscular óptima de acuerdo con la edad y el género de la persona mejora la funcionalidad de los huesos y su arquitectura.

3. Mejora el balance, la estabilidad y la coordinación, aspectos que disminuyen el riesgo de fracturas y caídas.

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De acuerdo con Leonardo Camargo, médico y educador físico, el ejercicio debe realizarse como mínimo tres veces a la semana.

El experto señala que debemos evitar los factores que inhiben la absorción del calcio en los huesos como:

1. Dietas restrictivas para bajar de peso

2. Sedentarismo

3. Tabaquismo

4. Consumo de gaseosas

5. Consumo en exceso de café

Si quieres conocer el estado de salud de tus huesos debes someterte a un examen denominado densitometría ósea, que establece los rangos de calcio por grupos de edad.