Para la psicóloga, coach y trainer Paola Escobar, hay varios pasos para ejercitar la memoria. El primero siempre será tener una buena rutina de ejercicio, esto con el fin de que el cuerpo bombee más sangre y se oxigenen las partes del cerebro involucradas dentro de los procesos de memoria a corto y largo plazo.

Cabe aclarar que la memoria a corto plazo se ejercita, principalmente, mediante ejercicios de recordación inmediata. Mientras, la memoria a largo plazo

tiene que ver más con los cambios dentro de la rutina.

Juegos de estrategia

Uno de los consejos más comunes para mejorar la memoria a largo plazo es jugar ajedrez, sudoku, crucigramas y juegos de estrategia. Sin embargo, “si estos ejercicios se convierten en hábitos comunes, el cerebro se acostumbra y deja de ejercitarse. Por eso, hay que ir intercambiando las actividades para que no se vuelva una constante”, dice Escobar.

Dedica entre media hora y cuarenta y cinco minutos diarios a estos juegos y crea un calendario en el que intercales entre tres o cuatro actividades. Por ejemplo: lunes de crucigrama, martes de ajedrez, miércoles de Risk y jueves de sudoku.

Aprende nombres mediante asociación

Ejercita la memoria a corto plazo asociando los nombres de las personas que te rodean con algo familiar.

Por ejemplo: apréndete el nombre de tu médico asociándolo con alguien que se llame igual, como tu compañero de trabajo, como tu jefe o un amigo. Intenta hacer lo mismo con personajes de películas.

Los números y las emociones

La memoria a largo plazo está asociada con el hipocampo y el sistema límbico, donde también se encuentran las emociones, “por eso recuerdas a tu primer amor y ese primer beso”, afirma Escobar. 

Esto significa que lo que se vincule a una emoción va a ser más fácil de recordar a largo plazo, como los números de celulares, direcciones o fechas.

Por ejemplo: lleva una libreta en la que escribas la dirección de la casa en la que creciste, la de tus amigos o el número de teléfono de tus familiares. Repite este ejercicio una vez a la semana variando los sujetos.

Deja de vivir en piloto automático

Cambia las rutinas, empieza modificando una por día. Por ejemplo: deja el celular en otra parte de la casa. Si usas el reloj en la izquierda, esfuérzate por cambiarlo un tiempo prudente a la otra muñeca. Rompe las rutinas. Activa las neuronas cambiando las cosas ligeramente.

Lee y escucha música

Busca trucos nuevos para tu cerebro. Analiza lecturas, apréndete letras de canciones, estudia palabras en otros idiomas. Reta a tu cerebro con cosas nuevas.

La música activa la transmisión de información neuronal, por lo que una buena canción, un álbum o simplemente un rato escuchando nuevos géneros puede ser suficiente. Te recomendamos esta playlist BODYTECH & Chill.

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