¿Qué pasaría si te dijera que puedes potenciar aún más tus entrenamientos incorporando la gratitud activa como parte de tu rutina? Ya sea que tu objetivo sea perder peso, ganar masa muscular o mejorar tu salud en general, este enfoque puede marcar la diferencia.

¿Qué es la gratitud activa?

La gratitud activa es el acto consciente de expresar y sentir agradecimiento mientras realizas tus actividades diarias, incluyendo el ejercicio. No se trata solo de decir “gracias”, sino de realmente conectar con lo que estás haciendo y reconocer los beneficios que aporta a tu cuerpo y mente.

Beneficios de practicar gratitud activa durante el entrenamiento

1. Motivación sostenida: Al enfocarte en lo que tu cuerpo puede hacer y estar agradecido por ello, aumentas tu motivación intrínseca para seguir entrenando.
2. Reducción del estrés: La gratitud disminuye los niveles de cortisol, lo que puede ayudarte a manejar mejor el estrés y evitar comer por ansiedad.
3. Mejora de la conexión mente-cuerpo: Agradecer conscientemente durante tus ejercicios mejora tu concentración y calidad de movimiento.

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Ejemplos prácticos para integrar la gratitud en tu entrenamiento

Para quienes quieren perder peso

1. Al inicio del entrenamiento: Dedica un minuto a pensar en lo agradecido que estás por tener la oportunidad de cuidar tu salud y tu cuerpo.
2. Durante el cardio: Mientras corres, pedaleas o haces elíptica, agradece por la energía que tienes para moverte. Repite frases como: “Gracias, cuerpo, por darme la fuerza para avanzar”.
3. Al terminar: Reflexiona sobre lo lejos que has llegado y lo que has logrado en esa sesión. Agradece cada gota de sudor como evidencia de tu esfuerzo.

Para quienes buscan ganar masa muscular

1. Antes de levantar peso: Visualiza el músculo que estás trabajando y agradece por su capacidad de responder y fortalecerse. Por ejemplo: “Gracias, brazos, por volverte más fuertes”.
2. Entre series: En lugar de mirar tu teléfono, usa esos segundos para pensar en todo lo que tu cuerpo está haciendo por ti.
3. En los días de descanso activo: Practica estiramientos o yoga mientras agradeces por la recuperación y el crecimiento de tus músculos.

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Para quienes desean mejorar su salud general

1. En clases grupales: Mientras sigues el ritmo de una clase de yoga, pilates o rumba, agradece por estar rodeado de energías positivas y por el espacio que te permite crecer.
2. En ejercicios de respiración: Dedica tiempo a inhalar profundamente mientras piensas: “Gracias por este aire que me da vida”, y exhala liberando tensiones.
3. Durante caminatas: Aprovecha el contacto con la naturaleza para agradecer por cada paso y la oportunidad de moverte libremente.

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Claves para mantener la gratitud activa como hábito

• Lleva un diario de gratitud: Al final de cada entrenamiento, escribe tres cosas por las que estás agradecido ese día.
• Usa recordatorios: Coloca frases motivadoras en tu botella de agua o en tu espacio de entrenamiento.
• Encuentra un compañero de gratitud: Comparte con alguien tus pensamientos de agradecimiento al final de la sesión.

La gratitud activa no solo transforma tu perspectiva sobre el ejercicio, sino que también potencia los beneficios físicos y emocionales de cada sesión. Ya sea que estés buscando perder peso, ganar masa muscular o mejorar tu salud, incorporar este enfoque puede ayudarte a disfrutar más el proceso y mantenerte constante en tu camino. Así que, la próxima vez que entrenes, recuerda: cada movimiento es una razón para agradecer.

Es momento de agradecer y de ser mejor que ayer. Inscríbete ya en el counter de tu sede favorita o haciendo clic aquí